Reinventarse
por: Gustavo Pallamares
Hoy en día tanto profesionalmente como personalmente hay que estar atento a los cambios y poder adaptarse a ellos correctamente, donde lo que eran nuestras debilidades se pueden convertir en nuestras ventajas comparativas. Viéndolo desde una perspectiva más darwiniana, no son los más fuertes o los más grandes los que sobreviven, sino los más flexibles, los que se adaptan mejor a los cambios, o sea, lo que tienen la habilidad de “reinventarse” cada cierto tiempo. Hoy esto es más evidente que nunca, lo que era un gran éxito hace un par de años, hoy está obsoleto y desapareció. El reinventarse es como toda habilidad parte arte y parte técnica. Por tanto hay que ser constante y tener un método. Querer Cambiar: tomar la decisión absoluta y radical que tenemos que hacer un cambio, y reinventarnos. Sin una determinación clara no se comienza nunca. Tenemos que sentir, creer y estar absolutamente convencidos de la necesidad vital de hacer un cambio. No sirve reinventarse a medias o por un tiempo. Conócete a ti mismo: Ya lo decía el Oráculo de Delfos, la sabiduría más grande es conocerse a sí mismo. Haz una lista de las que tú crees son tus fortalezas y debilidades, coméntala con alguien que te conozca y se sincero contigo. Sin derrotas no hay crecimiento: Las derrotas son fundamentales, si no he fracasado nunca es que me estoy engañando, todos hemos fracasado; tengo que asumir, redimir, y fortalecerme en mis derrotas. Asumir: tomar las derrotas como tales (no existen las victorias morales) y sufrirlas, llorarlas, porque sí me importa y mucho. Redimir: aprender de ellas, no cometer un error dos veces.
Sanar las heridas, hacerlas mis fortalezas. Fortalecerme: lo que estaba débil tengo que fortalecerlo, capacitarme, disciplinarme, entrenarme, buscar socios estratégicos, reconocer mis redes (quienes están realmente conmigo). Y volver a intentar. Las derrotas sirven cuando las vivo como tales. Saber lo que quiero: Fundamental para reinventarse y tener éxito es saber ¿Qué Quiero? ¿Cuál es mi meta? ¿qué quiero lograr? ¿Por qué no estoy contento con mis resultados ahora? Tiene que ser una o dos metas y según eso tengo que ordenar mis decisiones y a la vez ordenar mis recursos (limitados) hacia esta meta. No sirve querer muchas cosas o cosas que se contrapongan, por eso es vital saber fijar estas metas. Aquí es muy importante la ayuda del coach. Seguir mi pasión: Para reinventarnos realmente y no a medias, o solo «hacer como», tenemos que seguir nuestra pasión, ¿cómo sé que todavía no lo he hecho? Fácil: ¿me aburre lo que estoy haciendo? ¿constantemente estoy pensando en hacer otra cosa? ¿me siento subutilizado? ¿me siento atrapado? Sé que podría dar mucho más, ¿me falta energía? ¿me canso con facilidad? en otras palabras, tienes que encontrar «Tu Pasión» y seguirla. Qué es realmente lo que te mueve, lo que te motiva, lo que harías aunque no te pagaran mucho. Conectarse con tu yo-positivo-profundo: El último paso es conectarte con quien realmente eres, asumirte, quererte, sacar lo mejor de ti, y lo más difícil es conocer, integrar y querer lo peor de ti. O sea, finalmente sacarse todas las cosas que te impiden ser tú mismo y finalmente conectarse con toda la riqueza del “sí-mismo”. Todas las espiritualidades (occidentales y orientales) y las más prestigiosas corrientes psicológicas invitan, en diferentes formatos, a recorrer este camino, que es reinventarse o finalmente ser quien soy, o sea llegar a ser yo-mismo.